domingo, 1 de noviembre de 2015
jueves, 29 de octubre de 2015
lunes, 19 de octubre de 2015
Francisco Morazán
Francisco
Morazán
(1792/10/03 - 1842/09/15)
(1792/10/03 - 1842/09/15)
Vida
privada
Primeros años y su educación
José Francisco Morazán Quezada nació el 3 de octubre de 1792 en Tegucigalpa,
entonces parte de la Intendencia de Comayagua, Capitanía General de Guatemala,
durante los últimos años del dominio de la colonia española. Sus padres fueron
José Eusebio Morazán Alemán y Guadalupe Quesada Borjas, ambos miembros de una
familia criolla de clase alta dedicada al comercio y la agricultura. Sus
abuelos fueron: Juan Bautista Morazán, emigrante corso, y María Borjas
Alvarenga. Trece días después de su nacimiento, Morazán fue bautizado en la
iglesia de San Miguel Arcángel, por el padre Juan Francisco Márquez.
Francisco Morazán fue en su mayor parte un
hombre autodidacta. En 1804, sus padres aprovecharon la apertura de una escuela
católica en el pueblo de San Francisco donde enviaron al joven José Francisco Las
enseñanzas que recibió fueron a través de fray Santiago Gabrielino, nombrado
instructor religioso a la de Guatemala el sacerdote José Antonio Murga.
En 1808, José Francisco se trasladó junto
a su familia a Morocelí. Allí trabajó en los terrenos heredados por Don
Eusebio Morazán. Además, tuvo la oportunidad de laborar como empleado de la
alcaldía. En 1813 la familia se mudó de regreso a Tegucigalpa. Una vez allí, el
Sr. Eusebio puso a su hijo bajo la tutoría de León Vásquez, quien le enseñó
derecho civil, proceso penal y notariado. Al mismo tiempo, tuvo la oportunidad
de aprender a leer francés en la biblioteca de su tío político, Dionisio de Herrera, lo cual le permitió
familiarizarse con las obras de Montesquieu,
el contrato social de Jean-Jacques Rousseau, la Revolución francesa, la historia de Europa, así
como las biografías de los líderes griegos y romanos.
Matrimonio y familia
Francisco
Morazán se casó con María Josefa Lastiri en la Catedral de Comayagua el 30 de
diciembre de 1825. De este matrimonio nació en San Salvador Adela Morazán
Lastiri en 1838: la única hija de Morazán. María Josefa pertenecía a una de las
familias más ricas de la provincia de Honduras.
Fuera de su matrimonio, Francisco Morazán
fue padre de un hijo, Francisco Morazán Moncada, quien nació el 4 de
octubre de 1827 de la relación del general con Francisca de Moncada, hija de un
conocido político nicaragüense llamado Liberato Moncada. Francisco Morazán hijo
vivió en la casa del matrimonio Morazán-Lastiri, y acompañó a su padre en Guatemala,
El Salvador, Panamá, Perú y finalmente en Costa Rica. Después de la muerte de
su padre, Francisco Morazán Moncada se radicó en Chinandega (Nicaragua), donde se dedicó a
la agricultura. Murió en 1904, a los 77 años de edad.
Inicios de su carrera política y militar
La Capitanía General de Guatemala se independizó de
España en 1821. Fue en ese entonces cuando Francisco Morazán comenzó a tomar
parte activa en la política. Trabajó en el ayuntamiento de Tegucigalpa, donde
se desempeñaba como secretario del alcalde Narciso
Mallol y como defensor de oficio en casos judiciales en materia
civil y criminal, entre otras cosas. Esto le permitió a Morazán llegar a
adquirir un gran conocimiento de la estructura y funcionamiento de la
administración pública de la provincia. Así también le permitió entrar en
contacto cercano con los problemas de la sociedad colonial.
La cuestión de la anexión a México provocó
divisiones al interior de cada una de las provincias dado que unas ciudades
estaban a favor de esta y otras en contra. En Honduras, por ejemplo, Comayagua a través de su gobernador José Tinoco
de Contreras se pronunció a favor de la anexión; pero Tegucigalpa, la segunda
ciudad más importante de la provincia se opuso a la idea de la misma.
Esto provocó que Tinoco tomara acciones represivas contra las autoridades de
esa ciudad. Ante esta situación se organizó en Tegucigalpa un ejército de
voluntarios, con el fin de contrarrestar la agresividad de Tinoco y defender su
independencia. Fue durante estos acontecimientos que Francisco Morazán se
enlistó como voluntario, al servicio de las autoridades de Tegucigalpa. Fue
designado como capitán de una de las compañías, por decisión de los jefes
oficiales que organizaron las milicias. Así comenzó la vida militar de Morazán
y su lucha contra los intereses conservadores.
Tegucigalpa, sin embargo, no pudo mantener
su oposición, y se vio obligada a reconocer su anexión a México el 22 de
agosto de 1822.
Antecedentes de la República Federal
Luego de la independencia de Centroamérica
de España
en 1821,
y su posterior emancipación absoluta del 1 de julio
de 1823,
la nación centroamericana quedó finalmente libre e independiente. Esta nueva
nación pasó a llamarse Provincias Unidas de Centroamérica,
y quedó conformada por los estados de Guatemala,
Honduras,
El Salvador,
Nicaragua
y Costa Rica.
- Los liberales apostaban por un gobierno federalista, influenciado por la Constitución de los Estados Unidos (de 1787) y por la de Cádiz (de 1812). Este tipo de gobierno le daba a cada Estado mayor independencia o autonomía de administrarse y de crear sus propias leyes y reformas, entre otras cosas; pero siempre bajo la supervisión del Gobierno Federal, garante de una Constitución.
- Los conservadores, por otro lado, se inclinaron por un gobierno centralista. A través de este sistema, deseaban un centro de control y administración único. En este sistema, las decisiones y leyes eran adoptadas en la capital de la nación y se aplican a todos las demás estados por igual.
- Después de debatir las dos propuestas, los liberales, quienes eran mayoría, hicieron valer esta ventaja y ganaron el derecho de adoptar la 'tesis federalista', ante el descontento de los conservadores.
Posteriormente, el
22 de
noviembre de 1824, bajo el lema «Dios, Unión y Libertad», la Constitución
fue aprobada y la nación pasó a llamarse República Federal de Centroamérica.
Bajo la nueva Constitución, resultó electo presidente Manuel José Arce del Partido Liberal,
quien prometió transformar la economía y la sociedad centroamericana a través
de sus reformas liberales, pero a los pocos meses, Arce se encontró con una
gran oposición por parte de los conservadores, quienes por su influencia social
y enorme poder económico, no permitieron ningún tipo de avance en sus programas
de gobierno, al estar convencido de sus limitaciones. Arce terminó por
abandonar sus programas de gobierno y decidió aliarse con el partido de la
oposición. Esta nueva posición de Arce, le dio a los conservadores el control
del gobierno federal casi por completo.
Golpe de Estado en Honduras de 1827
El Gobierno Federal encabezado por Manuel José Arce pretendía disolver el
Congreso federal, y por ello convocó a una reunión que se celebraría en Cojutepeque
el 10 de octubre
de 1826,
para elegir a un Congreso extraordinario.
Esta medida de orden inconstitucional fue rechazada por el jefe de Estado de
Honduras, Dionisio de Herrera.
Arce decidió
expulsar a Herrera, le dio captura a
Herrera y lo envió a una prisión de Guatemala.
Mientras Milla se ocupaba de consolidar el poder en Comayagua, Morazán escapó
de las tropas federales.
Morazán salió de
la sitiada capital en compañía de los coroneles Remigio Díaz y José Antonio
Márquez, con el propósito de obtener refuerzos en Tegucigalpa.
Su plan era regresar y liberar a la capital del estado.
Morazán huyó a Ojojona,
donde fue capturado y trasladado a Tegucigalpa por orden del comandante Ramón
de Anguiano.
Sin embargo, Morazán logró escapar de sus
captores y se fue a La Unión (El Salvador), con la intención
de emigrar a México.
En esta localidad, se encontró con Mariano Vidaurre, un
enviado especial de El Salvador en Nicaragua. Vidaurre convenció a Morazán de
que, en ese país, él podría encontrar el apoyo militar que necesitaba para
expulsar a Milla del territorio hondureño. Francisco Morazán se trasladó a la
ciudad de León (Nicaragua),
donde se reunió con el comandante de armas del Estado de Nicaragua, coronel José Anacleto Ordóñez
conocido como Cleto Ordóñez. Para Morazán la reunión dio sus frutos, pues el
líder nicaragüense le proporcionó armas y un contingente de 135 hombres. A
estos milicianos se les unieron las tropas del coronel Zepeda de El Salvador, y
algunas columnas de voluntarios hondureños en Choluteca (Honduras).
Batalla de La Trinidad
Francisco
Morazán ascendió al poder luego de su victoria en la Batalla de La Trinidad. Morazán
se dirigió con sus tropas hacia el sur de Honduras, cuando Justo Milla
descubrió la presencia de Morazán rápidamente se trasladó con sus tropas a
Tegucigalpa, donde estableció su cuartel general, por su parte, Morazán se
dirigió a Sabanagrande. A las 9 de la mañana del 11
de noviembre, Morazán y sus hombres se enfrentaron al ejército del coronel
Justo Milla, en la memorable Batalla de La Trinidad.
Después de cinco horas de intensos combates, las tropas federales de Milla
fueron aplastadas por los hombres de Morazán.
Milla y algunos de sus oficiales sobrevivieron y huyeron del campo de
batalla.
Jefe de Estado de Honduras
Tras esta victoria, Morazán marchó a Comayagua
donde hizo su entrada triunfal y ocupó por tres meses la jefatura del Estado de
Honduras de manos de Miguel Eusebio Bustamante.
Guerra civil centroamericana
Después de su victoria en 'La Trinidad',
Morazán surgió como el líder del movimiento liberal y llegó a ser reconocido
por sus habilidades militares en toda América Central. Por estas razones,
Morazán recibió llamados de ayuda de los liberales en El Salvador.
En marzo de 1827 el gobierno de El
Salvador respondió por la fuerza militar. Tropas salvadoreñas marcharon con
rumbo a Guatemala con la intención de tomarse la capital de la República y
bajar de la silla al presidente.
Pero el mismo presidente Arce tomó el mando de sus tropas federales y derrotó a
los salvadoreños en la madrugada del 23 de marzo en Arrazola.
Francisco Morazán aceptó el desafío
propuesto por los salvadoreños. Le entregó el mando a Diego Vigil
como nuevo jefe de Estado de Honduras y se fue a Texiguat, donde se preparó y
organizó sus tropas con miras a la campaña militar salvadoreña.
El 6 de julio, Morazán derrotó a las
tropas el coronel Vicente Domínguez en la hacienda El Gualcho. En sus memorias,
Guatemala
En Ahuachapán, Morazán hizo todo lo
posible para organizar un ejército numeroso. Solicitó al gobierno de El
Salvador que le proporcionara 4000 hombres, pero tuvo que conformarse con
2000.
El 15 de febrero una de las mayores
divisiones de Morazán, bajo el mando de Cayetano de la Cerda, fue derrotado en Mixco por las tropas
federales.
Presidencia
Política
Francisco Morazán ganó el voto popular de la elección
presidencial de 1830, en contra del retador moderado José Cecilio del Valle. El nuevo
presidente tomó posesión el 16 de septiembre. En su discurso inaugural,
declaró:
"El Pueblo soberano me manda colocarme en el más
peligroso de sus destinos. Debo obedecer y cumplir el solemne juramento que
acabó de prestar. Ofrezco sostener la Constitución Federal que he defendido
como soldado y como ciudadano."
—Francisco Morazán
Con
Francisco Morazán como presidente y con su apoyo hacia los gobernadores, los
liberales habían consolidado el poder.
Período 1834-1838
En 1834, a petición del gobernador Mariano
Gálvez, el general Morazán trasladó la capital de la República Federal a Sonsonate
y posteriormente a San Salvador.
El mismo año, habían terminado los primeros cuatro años de la presidencia de
Francisco Morazán. De acuerdo a la constitución de 1824, nuevas elecciones
debían celebrarse con el fin de elegir al próximo presidente.
Fin de la Federación
En febrero de 1837 se produjeron en
Centroamérica una serie de acontecimientos dramáticos, los cuales encendieron
una revolución la cual culminó con el fin de la Federación. Una epidemia de cólera
azotó el estado de Guatemala dejando aproximadamente mil muertos y tres mil
infectados con la bacteria. Los sacerdotes locales difundieron el rumor de que
el gobierno había envenenado los ríos y arroyos con el propósito de aniquilar a
la población indígena.
Para 1838 Morazán presidía sobre una
federación moribunda. El Congreso trató de revivir el Gobierno Federal
otorgándole el control de sus ingresos aduaneros. Pero Honduras, Nicaragua y
Costa Rica se opusieron a ello y utilizaron esta excusa para abandonar la
Unión. La Federación había muerto. El 1 de febrero de 1839, Morazán había
terminado su segundo mandato como presidente constitucional, el Congreso se
había disuelto y no había ninguna base jurídica para nombrar a su sucesor Al
final, la ignorancia, el poderío de la Iglesia, las amargas luchas internas
entre conservadores y liberales, y la búsqueda de gloria personal fueron las
principales razones de la disolución de la Federación.
Muerte
El 11 de
septiembre de 1842 estalló en Alajuela un movimiento popular contra el
gobierno de Morazán. Cuatrocientos hombres encabezados por el portugués Antonio Pinto Soares, atacaron la guardia
de Morazán compuesta por 40 salvadoreños,
día en que sitiaron el Cuartel de San José (en el
sitio del actual Museo Nacional de Costa Rica Ante estos hechos, Morazán y sus
hombres logran repeler los ataques y se replegaron en el cuartel general. Desde
allí le hicieron frente a los insurrectos que según el historiador Montúfar
ascendían a mil hombres.
La lucha continuó encarnizada y tenaz. A medida
que el conflicto era desfavorable a los sitiados el Capellán José Castro
propuso una capitulación a Morazán garantizándole la vida, pero él se negó.
Después de 88 horas de lucha, Morazán y sus colaboradores más cercanos decidieron
romper el sitio. El general José Trinidad Cabañas con 30 hombres hizo
posible la retirada de Morazán y sus oficiales cercanos hacia Cartago.
No
obstante, la insurrección se había extendido hasta ese lugar y Morazán tuvo que
solicitar ayuda de su supuesto amigo Pedro Mayorga, sin embargo, este le traicionó
y le brindó facilidades a los enemigos de Morazán para capturarlo junto a los
generales Vicente Villaseñor, Saravia y otros oficiales. El general Villaseñor
quiso suicidarse con un puñal y resultó herido gravemente. Cayó al suelo bañado
en sangre pero sobrevivió. El general Saravia murió luego de sufrir una
terrible convulsión.
Posteriormente una «burla de juicio» se llevó
a cabo, en la cual Morazán y Villaseñor fueron condenados a muerte por las auto
constituidas nuevas autoridades. Después de estos hechos, los condenados fueron
trasladados al paredón de fusilamiento.
Antes de llevarse a cabo el acto de
ejecución, Morazán le dictó su testamento a su hijo Francisco. En este, el
general estipuló que su muerte era un «asesinato»
y además declaró: «No tengo enemigos, ni el menor rencor llevo al sepulcro
contra mis asesinos, que los perdono y deseo el mayor bien posible.
Al general Villaseñor, Morazán le dijo:
«Querido amigo, la posteridad nos hará justicia» y se persignó.
Morazán pidió el mando de la escolta, se
abrió la negra levita, se descubrió el pecho con ambas manos y con voz
inalterada como quien da órdenes en una parada militar, mandó: «¡Preparen armas!
¡Apunten!». Entonces corrigió la puntería de uno de los tiradores y finalmente
gritó: «¡Apunten! ¡Fuego!.
Legado
Francisco Morazán se convirtió en un mártir y un
símbolo de la República de Centroamérica. Él dio su vida, aunque sin éxito,
tratando de preservar la unión de estos países. Es evidente, también, que su
muerte contribuyó, en cierta medida, para que cada una de estas naciones sean
hoy países independientes.
Su imagen se puede encontrar en billetes,
logotipos, sellos postales, instituciones, ciudades, departamentos, escuelas y
parques, entre otras cosas que preservan su legado. El Salvador fue uno de los
primeros países para rendir tributo a Morazán. El 15 de marzo de 1882, el
presidente Rafael Zaldívar develó un monumento en su
memoria, ubicado en la Plaza Francisco Morazán, y, el 14 de marzo
de 1887, la Asamblea Nacional de la República de El Salvador sustituyó el
nombre del Departamento de Gotera por Departamento
Morazán, «para perpetuar el nombre del gran líder de la Unión Centroamericana».
También el presidente Doroteo Vasconcelos nombró en su honor la aldea
«San» Francisco Morazán. En Honduras, se
cambió el nombre del departamento de Tegucigalpa a Francisco Morazán en el año
1943. En Guatemala, la ciudad guatemalteca de Tocoy Tzimá se convirtió
en Morazán el 15 noviembre de 1887. En
Nicaragua, se fundó Puerto Morazán en 1945.
En el ámbito político la idea de la integración
aún se conserva en la mente de muchos centroamericanos. Por ejemplo, el Parlamento Centroamericano (Parlacen) es
una institución política consagrada a la integración de los países de
Centroamérica, que representa una versión moderna de la histórica República
Federal de Centroamérica, aunque sin contar con Costa Rica,
pero que incluye a Panamá y a la República Dominicana. En el pasado varios
int infructuosos se han hecho para restablecer la Unión (1851, 1886 y 1921).
El legado de Morazán está también presente en las
artes. La primera obra de registro en El Salvador se titula La tragedia de
Morazán, escrita por Francisco Díaz
(1812-1845), que es una dramatización de la vida del presidente de América
Central. Asimismo, en Honduras se escenificó la obra teatral de Luis Andrés Zúñiga Portillo
llamada Los conspiradores (1916), el cual fue un drama histórico que
honra las virtudes de Francisco Morazán. En su libro Canto general, Pablo Neruda
también rinde homenaje al «caudillo liberal» con un poema a América Central.
Estatuas y bustos de Francisco Morazán se puede encontrar en Chile, Panamá, El
Salvador, Estados Unidos, España, Honduras, Costa Rica y Nicaragua, entre
otros.
Análisis
del Documental de Francisco Morazán:
Los historiadores hacen
una reseña sobre cómo era Centro América a finales del siglo XVIII, un centro
minero.
Habla sobre la educación,
menciona que el joven Morazán se dedicó a la lectura y aprendió de los
franceses sobre todo de la revolución francesa.
Menciona sobre la
separación de Centro América de México y pasa a ser Provincias Unidas de Centro
América, comienza la lucha entre los
liberales y conservadores, con la ayuda del liberalismo Morazán fue
nombrado Secretario General del Gobierno
y se aprobó la Constitución bajo l consigna Dios, Unión, Libertad y la nación
pasó a llamarse República Federal de Centroamérica.
Arce entregó a los
conservadores el poder, Francisco Morazán entró en la contienda en la Batalla
de la Trinidad, (Honduras) él fue el estratega. Con este triunfo se hace famoso
y es llamado para formar un ejército. Otra batalla importante fue la Batalla de
Gualcho, (El Salvador) en la cual obtuvo el triunfo también, 400 hombres contra
mil soldados de los conservadores, convirtiéndose en el gran paladín
centroamericano.
Se fue a Guatemala para
luchar contra Arce, obteniendo nuevamente el triunfo y sale al exilio Arce y sus seguidores.
Morazán fue elegido
presidente por decisión popular, al año toma las riendas de la República
Federal Centroamérica.
Los terratenientes no
querían que el pueblo no tuviera educación para seguir dominándoles, un 98% de
la población era analfabeta, aunado a esto el Clero que se oponía a las ideas
liberales y las diferentes maneras de pensar que tenían las provincias fue o
que impidieron la unión de centro américa. Morazán fue un hombre genial en lo
militar, a sus soldados les transmitía seguridad y fuerza.
Morazán libró muchas
batallas, terminó su período y con el, el fin de la República Federal de
Centroamérica. Otra batalla importante fue la de San Pedro de Perulapán (El
Salvador).
Morazán dejo una carta a
los notables de El Salvador, no por cobardía sino para darle oportunidad a sus
opositores y se va de Centroamérica.
Se va a David en Panamá
donde escribe el Manifiesto de David.
Después de casi dos años
de ausencia, regresa a Costa Rica, dicen que es llamado para derrocar un gobierno
libera, apoyado por los conservadores, por lo que para los costarricenses es
más un conservador que liberal.
Aquí pensaban que Morazán
quería el poder, pero no era así, es así que queda aislado, decide ir a donde
su amigo Pedro Mayorga, quien según su esposa este lo traicionó, pero al final
los mismos conservadores lo entregaron para que fuera fusilado. Escribió su
testamento donde escribo que su amor muere consigo.
El documental y los
historiadores que en él participan nos dan una idea sobre quien fue Morazán y que
si Centro América se hubiese unido en aquel entonces, seríamos ahora en el
presente una gran nación.
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